Al observar al ser humano llevando a cabo diversas actividades en
su día a día, es posible percibir esa necesidad que existe de encontrar el
porqué de los eventos que se van suscitando. En el caso de los niños, niñas y
adolescentes, esta cualidad de querer explorar y experimentar, genera en ellos
un gran interés, pues permite comprender como funciona el mundo que les rodea,
dando respuestas a esa curiosidad innata que propicia un aprendizaje con un mayor significado. Por esta razón, fue planificada una actividad llamada “Experimentos
con mezclas”, que permitió a los escolares comprender las diferencias entre la
estructura de una mezcla homogénea y una heterogénea, a través de la
observación directa, el trabajo cooperativo y grupal.
Para dicha actividad, previamente los escolares se organizaron en equipos y cada integrante le fue asignado el material que debía llevar al aula, como: aceite, sal, azúcar, vinagre y avena. Una vez en el salón, como equipo hicieron la revisión de las instrucciones ubicadas en la pizarra. Primero, identificaron los vasos con cada una de las combinaciones a mezclar, luego vertieron la misma cantidad de agua en los vasos y por último, colocaron las porciones de materiales indicadas. Realizada esta fase, en una hoja blanca describieron que tipo de mezcla se formó y que aspectos observaron, al combinarlas. La actividad fue desarrolla en el aula de clase, en grupos de 6 integrantes cada uno. El trabajo fue apoyado por las docentes, quienes orientaron en el seguimiento de las instrucciones.
Al finalizar la
actividad, se hizo una discusión grupal para conocer e intercambiar opiniones
entre los grupos, sobre las conclusiones
a las que llegaron. Favoreció el aprendizaje significativo, a través del
establecimiento de la relación entre los conocimientos previos y la
experimentación del material concreto, permitiendo contextualizar las
definiciones trabajadas.
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